
Mediante la integración de CP Kelco en sus operaciones, Tate & Lyle se ha convertido en una empresa global dedicada a la creación de ingredientes naturales y funcionales para alimentos, bebidas, productos de consumo y aplicaciones industriales. Con un legado combinado de más de 160 años de innovación y excelencia –casi 90 de los cuales provienen de CP Kelco– la empresa continúa fortaleciendo su compromiso de ofrecer soluciones sostenibles, higiénicas y de alto rendimiento.
La instalación anteriormente conocida como CP Kelco, ahora la unidad de Tate & Lyle en Matão, mantiene su posición estratégica como uno de los centros de producción líderes en el sector de ingredientes basados en fermentación y de origen natural. Los productos clave fabricados en esta instalación incluyen goma de gellan, pectina, goma xantana, carragenano, goma de diután y la última innovación, fibra de cítricos NUTRAVA®.
Esta transición mejora la cartera de Tate & Lyle, ampliando su capacidad de abordar la creciente demanda global de ingredientes que brindan bienestar, sabor y textura con responsabilidad ambiental.
- Modernizar la nueva planta de la empresa en Matão (São Paulo, Brasil)
- Optimizar la producción
- Digitalizar la planta
- Integrar equipos y dispositivos
- Gestionar el consumo de energía.
- Soluciones de PCB que incluyen transformadores de bajo y mediano voltaje, aparamenta de conexión de medio voltaje de 15 kV, tableros de conmutación de bajo voltaje, paneles auxiliares de bajo voltaje y centros de control de motores (CCM) de bajo voltaje CENTERLINE® 2500.
- Paneles de automatización, PLC remotos, equipos de conmutación y piezas de repuesto.
- PlantPAx®, IDC, solución de infraestructura de virtualización, y diseño y configuración de redes.
- Contribuyó a la automatización de la nueva planta
- Se aseguró una integración total con los equipos de la planta
Reto
Tate & Lyle, una multinacional británica con más de 165 años de existencia, es reconocida a nivel mundial por sus soluciones innovadoras en ingredientes especiales para la industria de alimentos y bebidas. En noviembre de 2024, la empresa completó la adquisición de CP Kelco, fortaleciendo su posición como líder en soluciones naturales y funcionales.
Tate & Lyle opera dos instalaciones de fabricación estratégicas en el estado de São Paulo:
- Limeira (São Paulo): Esta planta se especializa en la producción de pectina, un ingrediente natural que se usa como agente gelificante y estabilizante en una variedad de productos alimenticios.
- Matão (São Paulo): La unidad de Matão produce la fibra de cítricos NUTRAVA®, una innovadora fibra derivada de la cáscara de naranja que proporciona estructura y estabilidad en aplicaciones tanto alimenticias como no alimenticias. Debido a la creciente demanda de ingredientes naturales y sostenibles, Tate & Lyle amplió sus operaciones con la construcción de una nueva planta. Los estudios de viabilidad de esta unidad industrial comenzaron entre 2016 y 2017, centrándose en el análisis de costos. La construcción propiamente dicha se llevó a cabo entre finales de 2021 y principios de 2022, y la planta comenzó oficialmente sus operaciones en mayo de 2024.
“Cuando asumí el rol de líder técnico responsable de las áreas de electricidad, automatización e instrumentación en Tate & Lyle, me presentaron el desafío de ayudar en el desarrollo de esta nueva instalación. Desde el principio, reconocí la importancia de establecer un marco de proyecto sólido para garantizar la eficiencia operacional y la integración de tecnología transparente de la planta”, explicó Ramón Ferreira, ingeniero sénior de electricidad y automatización de Tate & Lyle.
El especialista añadió que esta planta industrial se centra en el procesamiento de cáscaras de naranja, una materia prima obtenida de grandes productores de jugos. La meta es extraer una sustancia presente de forma natural en la cáscara mediante un proceso químico detallado y complejo que involucra la decantación y dosificación precisa de compuestos químicos en tanques. Para lograr eficiencia y exactitud, era esencial contar con una automatización completa y una integración transparente de todos estos pasos.
Para optimizar la operación, Tate & Lyle reforzó su larga asociación con Rockwell Automation, lanzando un proyecto que duró unos dos años.
Solución
Para habilitar esta operación, se necesitaba un sistema automatizado a fin de controlar equipos como, por ejemplo, transportadores de tipo tornillo, motores eléctricos y paneles de control. Rockwell Automation proporcionó las soluciones esenciales, incluidos paneles eléctricos, software de automatización y asistencia técnica especializada. Además, una solución completamente integrada era fundamental; uno de los principales factores que llevó a Tate & Lyle a elegir Rockwell Automation.
La operación de la planta estaba estructurada para que los operadores pudieran monitorear y controlar los equipos directamente desde una sala de control. En lugar de intervenciones manuales, toda la logística del transporte de cáscaras de naranja y el inicio de procesos industriales se gestionaba a través de una intuitiva interface automatizada. Para lograrlo, Rockwell Automation no solo suministró los equipos y las licencias de software, sino que también desplegó un equipo de trabajo altamente calificado para el desarrollo y la implementación del sistema.
“Para mitigar cualquier problema relacionado con la puesta en marcha operativa de la planta, se crearon grandes grupos de trabajo, se programaron reuniones semanales y se realizaron visitas a las instalaciones. El personal de Rockwell Automation permaneció en las instalaciones durante aproximadamente 14 meses, proporcionando toda la asistencia técnica necesaria”, explicó Ferreira.
La solución integrada incluyó dos unidades de negocio principales de Rockwell Automation: la unidad de alimentación eléctrica proporcionó transformadores, aparamenta de conexión de mediano voltaje de 15 kV, cuadros de distribución de bajo voltaje, paneles auxiliares de bajo voltaje y centros de control de motores (CCM) de bajo voltaje CENTERLINE® 2500. Se incluyeron la supervisión de la instalación, la puesta en marcha, el inicio y la operación asistida, lo que aseguró la eficiencia y la seguridad.
La unidad de servicios de ciclo de vida proporcionó una solución completa llave en mano, que incluyó paneles de automatización, PLC, E/S remotas, equipos de conmutación, piezas de repuesto y desarrollo de software. También se realizaron pruebas de aceptación de fábrica (FAT), supervisión de la instalación, puesta en marcha, inicio, operación asistida y capacitación especializada. De igual importancia, se proporcionaron soluciones de infraestructura de virtualización a través del IDC, incluido el diseño y la configuración de la red, lo que garantizaba un alto rendimiento y confiabilidad.
Resultado
El proyecto proporcionó importantes beneficios a las operaciones de Tate & Lyle, lo que ofreció capacidades mejoradas de control y monitoreo. “Hoy en día, podemos obtener una visión mucho más detallada de las posibles alarmas, los niveles de temperatura y otras variables críticas del proceso. La nueva unidad totalmente integrada conecta de manera inteligente todos los equipos, lo que permite a los operadores acceder inmediatamente a cualquier evento en la planta”, explicó Ramón. También enfatiza la capacidad de medir con exactitud el consumo de energía en cada área de la instalación y monitorear el estado en tiempo real de todos los equipos.
Se espera que el éxito de esta implementación anime a Tate & Lyle a ampliar la solución a la planta más antigua, modernizando su infraestructura y ofreciendo el mismo nivel de automatización y monitoreo. Más allá de la gestión energética, esta integración permite una supervisión más eficiente de los equipos, lo que aumenta la confiabilidad y la seguridad operacionales.
Esta unidad industrial representa la primera fase de un proyecto estructurado en torno a tres pilares. La planta se diseñó inicialmente para una capacidad anual de 3,700 toneladas. La segunda fase tiene previsto ampliarse a 6,600 toneladas y, en la tercera fase, la capacidad total alcanzará las 10,000 toneladas al año. Con estas expansiones, se requerirán nuevos equipos, junto con paneles de automatización adicionales, sistemas eléctricos y soluciones logísticas, desafíos que Tate & Lyle aborda en asociación con Rockwell Automation.
“Una de las principales ventajas de este proyecto es la infraestructura completa, que permite a la planta adaptarse a cualquier tecnología de la Industria 4.0. En un mercado tan competitivo, contar con una infraestructura lista para usar constituye un diferenciador clave que acelera nuestra transformación digital”, concluyó Ramón Ferreira, ingeniero sénior de electricidad y automatización de Tate & Lyle.
Publicado 12 de junio de 2025