Aunque la digitalización se ha convertido en una meta crítica en muchos sectores, la aplicación de soluciones digitales a la fabricación acarrea complicaciones adicionales. Dada la naturaleza material de los activos y equipos de procesos industriales, las inversiones de fabricación se han centrado en gran parte en el hardware, y la actualización de la maquinaria de la planta es esencial para satisfacer la demanda de producción.
A medida que las empresas se adaptan a las nuevas condiciones globales en torno a la gestión de la cadena de suministro y a una integración más estrecha con socios y clientes, la inversión en IT adquiere mayor atención. Por tanto, el software basado en la nube crece cada vez más en el sector de fabricación a medida que un mayor número de empresas disfrutan de las ventajas de eficiencia y económicas de la nube.
Según un informe de la industria reciente, por primera vez, el fabricante promedio gastará más dinero en el software industrial que en el hardware de automatización. Este es un punto de inflexión importante para el sector frente al cambio irreversible hacia la softwarización. Para maximizar el valor de esta inversión, el logro de la convergencia de OT e IT durante todo el ciclo de vida de fabricación será un objetivo clave para las empresas en la era digital.
La nueva oferta y demanda
La fabricación siempre se ha basado en la oferta y la demanda. Para mantener su nivel de competividad, es necesario que las empresas perciban los cambios del mercado y tengan la agilidad de aumentar o reducir la producción con base en un lazo de retroalimentación de los datos de ventas.
Ahora bien, en vista de los grandes cambios económicos y geopolíticos, la ecuación de oferta-demanda está cambiando. En lo que respecta a la oferta, los fabricantes se enfrentan a retos en torno a la visibilidad, confiabilidad y seguridad de sus cadenas de suministro. Buscan no solo más información útil sobre la disponibilidad de materiales, sino también la capacidad de pronosticar los costos para determinar la competitividad de precios en el futuro.
Otro cambio destacado ha sido la manera en que los fabricantes están negociando con sus socios del lado de la oferta. A medida que la velocidad y resiliencia se convierten en prioridades clave, los fabricantes buscan unas relaciones con OEM más dinámicas basadas en datos. Esto garantiza que puedan crear un entorno que sea capaz de adaptarse a los cambios, pronosticar problemas y reducir el riesgo de tiempo improductivo.
En cuanto al lado de demanda, los fabricantes buscan cambiar de una relación tipo B2B a una relación tipo B2C con sus clientes. Mediante el uso de tecnologías digitales para establecer una interface de dos vías, los fabricantes pueden interactuar con los usuarios finales en tiempo real. Esto sirve para obtener una mejor comprensión de sus necesidades, aumentar la retroalimentación y adaptar los productos a fin de garantizar la satisfacción y la diferenciación. Además, representa un cambio fundamental con respecto a su papel en la cadena de suministro, es decir, se dedican menos a transacciones y se hacen más propensos a responder a la información del mercado.
Obtener mayor control de ambos lados de la ecuación oferta-demanda es difícil de lograr en la fabricación tradicional basada en hardware. El enfoque para superar este reto incluye la necesidad urgente de implementar capacidades conectadas con base en datos en el entorno de producción.