Fundada en el año 1920, esta empresa de El Salvador se dedica a la molienda de caña de azúcar de la cual genera, entre otros productos, azúcar y melaza. Partió como un emprendimiento familiar dedicado solo al proceso de molienda de caña. Al día de hoy constituye un grupo empresarial con presencia en una serie de países en los cinco continentes.
Ubicada en el municipio de El Paisnal, del Cantón La Cabaña, distante a 40 km al norte de la ciudad capital de San Salvador, la compañía produce y comercializa principalmente azúcar blanca y cruda (morena) para sectores industriales y de consumo directo. Su producción alcanza a casi 100,000 toneladas métricas por cosecha (zafra), que equivale a una capacidad de 6,500 toneladas de azúcar por día.
Junto con esto, genera más de 40,000 toneladas anuales de melaza, residuo destinado para alimento de ganado, industrias y fábricas de alcohol (destinado a la preparación de ron). La empresa produce el ron Cihuatan, que tiene fuerte presencia local y es exportado mundialmente. A esto se suma la elaboración de tres tipos de alcohol (neutro, hidratado y deshidratado) y la generación de 30 MW de energía eléctrica renovable para abastecer las operaciones de su propia planta y de la red de distribución nacional.
Durante el año 2015, la compañía se planteó la necesidad de adquirir nuevas tecnologías para la administración de la infraestructura de la red con sistemas y equipos industriales. “Nosotros contábamos con switches tradicionales, sin capas ni manejo industrial”, recuerda Carlos Eduardo Liquez, jefe de Tecnología Industrial Ingenio La Cabaña.
El ejecutivo explica que durante el período de la zafra 2015-2016, la compañía tuvo una serie de inconvenientes como caídas de red, pérdida de comunicación y actualización tardía de datos, entre otros. “Cuando se saturaba la red se producía una interrupción del servicio, provocando paradas de la producción, que llegaron incluso a las cinco horas”.
El crecimiento del Ingenio La Cabaña había sido desorganizado e inorgánico en esta materia durante el último tiempo, lo cual se traducía en una acumulación de información de gran magnitud, “motivo por el cual se hacía necesario una administración de red de tipo industrial”, señala el ejecutivo.