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Si trabaja en minería, sabrá que hay que contar con la volatilidad del mercado. Ese es el motivo por el que las empresas del sector siempre estén buscando maneras de depurar los procesos y de optimizar sus operaciones. Y, gracias a los avances en tecnologías de control y a la transición hacia minas ‘inteligentes’ o más conectadas, las empresas de minería actuales tienen más fácil que nunca conseguir dichos objetivos. No obstante, muchas de ellas se centran en las últimas tecnologías de IoT sin tener en cuenta que, tal vez, el elemento más importante en cualquier proyecto de optimización es el ‘pegamento’ capaz de unir esas tecnologías: un sistema de control distribuido (DCS) moderno.
¿Y por qué un DCS moderno? Porque un sistema de este tipo se convertiría en la base sobre la que desarrollar un sistema de monitorización y de información en tiempo real en el que todas sus operaciones estuvieran conectadas, con lo que su productividad aumentaría de forma inmediata.
Un DCS verdaderamente moderno centraliza el control conectando todas las facetas de sus operaciones de minería. De este modo, pueden eliminarse los anticuados sistemas de control, heterogéneos y sin conexión. Y con el nuevo control unificado mejora el seguimiento, se resuelven más rápido los problemas y se optimiza el producto en su camino en torno a la mina.
Además, como el mercado puede seguir mejorando, es necesario tener en cuenta la posibilidad de escalar las operaciones. Y un DCS moderno con una arquitectura fiable puede adaptarse a la nueva producción —mayor o menor— rápida y fácilmente. Además, al utilizar funciones estandarizadas de programación de control de procesos en toda la mina, los operadores podrán acceder más fácilmente a la información de la planta desde cualquier lugar de su interior.
Conecte y visualice los datos de toda su mina
Las operaciones en el sector de la minería son tan vastas que los problemas de equipamiento pueden pasar inadvertidos hasta que sea demasiado tarde y la producción se detenga. Y todos y cada uno de los minutos sin producir dedicados a resolver el problema le costarán dinero.
Gracias a la mejor conectividad y a la mayor visibilidad del rendimiento del equipamiento que ofrecen los DCS modernos, es posible detector fallos y anormalidades antes de que impacten en la producción. Con estos sistemas, los jefes de mina y los operadores pueden ver en tiempo real qué está sucediendo y hacer los ajustes necesarios de forma inmediata, antes de que la producción se vea afectada. De este modo, se reduce el coste que hay que asumir cuando se acumula material o se producen retrasos operativos de forma inesperada.
La gestión de calidad es otro campo en el que una mejor conectividad y una mayor visibilidad pueden marcar la diferencia. Un DCS moderno puede ayudar a gestionar operaciones complejas, ya que puede realizar el seguimiento de grandes volúmenes de material y determinar qué rendimiento aportan a la producción y cómo varía esta con el tiempo. De este modo, es mucho más fácil alcanzar una calidad consistente en el producto.
Por último, estos sistemas estandarizan la tecnología en toda la mina, con lo que es más fácil reducir los costes asociados al ciclo de vida de los sistemas de ingeniería, de inventario, de formación, de mantenimiento y los de futuras expansiones.
A menudo, cuando las empresas tratan de mejorar la producción de sus minas, la planificación del proceso suele incluir la revisión del sistema de control, procedimiento que puede hacer necesario interrumpir por completo la producción y sustituir toda la tecnología dedicada a ello.
Sin embargo, con un DCS moderno, pueden cambiarse los sistemas individuales cuando sea necesario y eliminar estas costosas revisiones de infraestructura. De este modo, las empresas pueden minimizar los períodos sin producción y renovarse de forma constante.
¿Busca la manera de sacar más partido a sus actuales operaciones de minería? ¿Qué medidas está tomando para maximizar la recuperación y mejorar la eficiencia de su mina?
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Publicado 17 de julio de 2017
