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Los trabajadores de la industria de alimentación tienen un índice de siniestralidad de 4,2 por cada 100 trabajadores a tiempo completo, según los últimos datos de la U.S. Bureau of Labor Statistics. Es decir, un índice ligeramente superior a un accidente laboral por cada 25 trabajadores, una noticia lejos de ser buena para los fabricantes que cuentan con cientos o incluso miles de empleados.
El índice de siniestralidad de la industria de alimentación es más de un 15 por ciento superior que el índice general de la industria, situado en un 3,6, y más de un 35 por ciento superior que el de la industria privada, un 3,1.
Los fabricantes de tabaco y bebidas tienen un índice incluso peor que sus homólogos en alimentación, llegando en su caso al 5,2.
Puede que le sorprenda saber que otras industrias, que todo el mundo percibe como más peligrosas que la de alimentación y bebidas, tienen menores índices de siniestralidad. Entre ellas se encuentran la de construcción (3,2), la minería (2,4) o la de extracción de gas y petróleo (1,2).
Y no solo es un problema de los EE. UU. En Reino Unido, los fabricantes de alimentación sufrieron el número más alto de accidentes laborales entre todas las industrias de fabricación en 2013/2014 e informaron de un índice de siniestralidad que multiplicaba por más de dos el general de todo el sector de fabricación.
La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el trabajo lo resume bien: “Aunque los alimentos y las bebidas se elaboran en un entorno estrictamente controlado para garantizar un elevado nivel de higiene y seguridad en la producción de los alimentos, en absoluto es un sector de «bajo riesgo» por lo que respecta a la salud y la seguridad de los trabajadores: las operaciones de transformación de los alimentos pueden ser muy peligrosas.”
¿Qué podemos hacer para convertir en líder, en cuanto a seguridad de los trabajadores, a la industria de alimentación y bebidas? Podemos hacer mucho, pero veamos tres medidas fundamentales que todos los fabricantes de alimentación y bebidas deberían adoptar hoy mismo.
Enfoque global
Para empezar, es necesario abandonar la visión de la seguridad como una serie de requisitos de una lista. Es necesario convertirla en una mentalidad que forme parte de toda la empresa y que se encargue de las tres C: cultura (comportamiento de su empresa y de sus trabajadores), cumplimiento normativo (procedimientos formales y procesos) y capital (inversiones en tecnología).
Investigaciones recientes muestran que los mayores fabricantes del mundo comparten las mejores prácticas en cuanto a estos tres elementos. También consiguen una OEE de un 5 a un 7 por ciento superior a la media, un tiempo improductivo imprevisto de un 2 a un 4 por ciento menor y cuentan con un índice de siniestralidad de menos de la mitad que el fabricante medio.
Comprender el lugar que ocupa su empresa en cada uno de estos elementos entrelazados puede ser difícil. El Safety Maturity Index puede ayudarle a ver su nivel de rendimiento en cada categoría y a identificar áreas que necesitan mejoras en su programa de seguridad.
Ciclo de vida funcional
El ciclo de vida de la seguridad funcional debe utilizarse como guía para evaluar y disminuir de forma sistemática los riesgos que tiene su maquinaria. Definido en las normas de seguridad ISO 13849, IEC 61508 y 62061, este ciclo consta de cinco pasos simples:
Llevar a cabo una evaluación de riesgos
Determinar los requisitos del sistema de seguridad funcional
Seleccionar los dispositivos de seguridad apropiados, diseñar y verificar el sistema
Instalar y validar el sistema
Mantener y mejorar el sistema
Herramientas y tecnologías
A veces, la parte más complicada para resolver un problema es saber por dónde empezar. Por suerte, herramientas como el software Safety Automation Builder pueden ayudarle a aplicar las mejores prácticas en el campo de la seguridad y a alcanzar el nivel de rendimiento requerido cuando comience a diseñar su sistema. También es posible hacer más fácil el proceso de diseño gracias a los documentos de diseño con las funciones de seguridad preconfiguradas que permiten aplicar un enfoque por bloques en la incorporación de las funciones de seguridad más comunes.
Por otra parte, tenga en cuenta que puede utilizar los últimos desarrollos en tecnologías de seguridad de maquinaria. Por un lado, para satisfacer los requisitos en cuanto a cumplimiento normativo y, por otro, mejorar la productividad. La vieja creencia de que la productividad y la seguridad compiten la una con la otra ha dejado de ser cierta hace tiempo.
Por ejemplo, si utilizara un variador con un monitor de velocidad segura podría mantener la máquina funcionando a una velocidad segura a la vez que cambia su configuración y observa en tiempo real el resultado de los cambios. Se trata de un enfoque mucho más eficiente que parar y arrancar la máquina varias veces para hacerle ajustes. Los productos de seguridad integrada que combinan en un solo procesador los controles de seguridad, de movimiento, de máquinas y de proceso también pueden acelerar la resolución de problemas y reducir el tiempo medio de reparación.
Nueva guía de seguridad
Rockwell Automation ha creado su guía más completa hasta la fecha sobre seguridad de maquinaria en la industria de alimentación y de bebidas. Esta guía se centra en estas tres áreas y ofrece un desglose detallado de las consideraciones clave para las diferentes máquinas que se utilizan en esa industria. La guía también está disponible como ebook gratuito, que puede descargarse aquí.
Publicado 9 de diciembre de 2016