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En un mundo donde muchos equipos parecen similares y tienen la misma funcionalidad, siempre existe el peligro de que se pierda el espíritu de innovación. El deseo de no ser peor en cualquier tarea conduce a una falta de valentía y diferenciación, donde la mercantilización se convierte en una práctica aceptada. Y eso daña la innovación y los beneficios.
Cojamos el taxi tradicional, por ejemplo. Hay más de 20.000 y todos son iguales. Cobran el mismo precio, tienen los mismos asientos, huelen parecido y no hay ninguna razón para seleccionar uno en favor de otro. Normalización. Pesado. Aburrido.
Pero la estandarización también puede trabajar de manera positiva. Observemos el cable USB que conecta la mayoría de los teléfonos móviles del mundo a un ordenador o fuente de alimentación. Un cable estándar que permite innovar a miles de fabricantes, diseñando móviles de todo tipo y tamaño, con una multitud de accesorios que le dan al usuario más posibilidades de elección y le facilitan satisfacer sus necesidades más específicas.
Lo mismo ocurre en el mundo del skid de proceso. Con el equipo adecuado dentro de sus skids, los fabricantes de maquinaria pueden desarrollar soluciones de control más escalables, reutilizables y habilitadas a través de Plug & Play. Los componentes fuera de la plataforma se pueden utilizar para el desarrollo de soluciones integradas de control de procesos que son modulares y multidisciplinares.
Con muchos fabricantes globales que ahora operan a través de múltiples instalaciones en ubicaciones mundiales, la necesidad de un conjunto de procedimientos y normas de fabricación comunes es cada vez más frecuente. La adopción de un estándar de equipo único hace las operaciones de fabricación en todo el mundo mucho más fáciles de manejar y mantener, y por supuesto, los éxitos se pueden replicar y los problemas resolver más fácilmente.
HPV Engineering, una empresa checa especializada en el diseño, montaje y puesta en marcha de skids Plug & Play a medida para la industria de procesos, tiene que hacer frente a una amplia gama de necesidades de los clientes, que varían mucho en alcance, rango y aplicación.
“Nuestra especialidad”, explica Karel Vetešník, CEO de HPV Engineering, “son los skids prefabricados que ofrecen capacidades Plug & Play. Contienen todo el equipo necesario para operar inmediatamente. Todo lo que el cliente tiene que hacer es conectar las tomas, el suministro eléctrico y las comunicaciones y listo”.
“Nos hemos comprometido a utilizar los productos Allen-Bradley de Rockwell Automation, debido a la política de normalización mundial de nuestros clientes. Sin embargo, puedo ver enormes ventajas potenciales de negocio a los que todavía no hayan optado por Rockwell Automation, principalmente debido a su importante presencia en la industria de procesos y sus soluciones de control de máquinas discretas, junto con sus propias capacidades en todo el mundo. Sé que es un hecho que nuestro cliente no es la única multinacional que se ha estandarizado con Allen-Bradley”.
“Creo que es justo decir que si no hubiera ningún estándar de cliente, entonces Rockwell Automation sería nuestra primera opción”, afirma Vetešník. “Sus sistemas y todo su enfoque a la automatización hacen que sea más fácil diseñar y desarrollar soluciones”.
Cuando la estandarización parece restringir la elección y la funcionalidad, en realidad aumenta ambas; y cuando parece reducir las posibilidades, en realidad permite una mayor diversidad de productos y capacidad de adaptación de equipos.
Publicado 1 de diciembre de 2017