La integración de la sostenibilidad, el análisis avanzado de la información y la inteligencia artificial (IA) son los tres elementos base para el futuro de la producción industrial y el sector de la manufactura. La responsabilidad social y ambiental, en combinación con las capacidades de la IA serán inherentes a cada dispositivo conectado, mejorando todo, desde la configuración y el diagnóstico hasta el análisis de datos, formando parte integral de los procesos industriales.
Este futuro para las operaciones industriales ya está puesto en marcha, pero seguirá evolucionando. Un ejemplo concreto de la vanguardia industrial lo podemos ver en las células, tejidos y órganos que el Instituto de Manufactura Regenerativa Avanzada (ARMI) está creando en una línea de producción automatizada. Ya cuenta con una autorización de la Food and Drug Administration, y mientras se encuentra a la espera de más aprobaciones, ya está preparando las instalaciones que albergarán ocho líneas de producción automatizadas y digitalizadas, con lo cual, cambiarán el mundo de la medicina como lo conocemos, salvando millones de vidas.
Durante Automation Fair 2023, realizada en Boston, Cyril Perducat, Director de Tecnología de Rockwell Automation, delineó este enfoque visionario para el futuro de las operaciones industriales. También hizo hincapié en la necesidad de incorporar consideraciones ambientales en cada etapa de la producción, empezando en el diseño de los productos. "¿Cuánta huella de carbono, por ejemplo, podría asociarse a ese producto? Quieres tener palancas para poder alcanzar esas metas", señaló. Este énfasis en la responsabilidad ambiental refleja una tendencia más amplia de la industria hacia procesos de fabricación ecológicamente conscientes.
Una parte significativa del discurso de Perducat se centró en el potencial transformador de la IA en las operaciones industriales. Las herramientas actuales en la industria son en gran parte descriptivas, enfocándose en la recopilación de datos y el análisis de tendencias. La innovación, argumenta el experto, radica en pasar de la mera interpretación de datos a la resolución proactiva de problemas utilizando IA. "La oportunidad que tenemos con la IA es que la persona no se centre en los datos, sino en el problema que necesita ser optimizado", explicó.
Uno de los elementos más intrigantes de la visión de Perducat es el concepto de 'optimización en ciclo cerrado', aprovechando la IA para la mejora continua en los procesos de producción. Este enfoque implica usar la IA para monitorear y ajustar las operaciones en tiempo real, optimizando así varios parámetros sin intervención humana. En una planta automotriz, por ejemplo, se utilizan señales fotoeléctricas de los dispositivos para predecir y abordar problemas en los motores.
Adicionalmente, la fabricación moderna requiere resiliencia, una respuesta a la creciente complejidad y lo imprevisible de las cadenas de suministro globales, las cuales deben estar integradas con las líneas de producción. De esta forma, se mejora la adaptabilidad y la capacidad de respuesta al automatizar con robots el movimiento de materiales dentro de los entornos de producción.
Sin embargo, a pesar de la tendencia a incrementar la inclusión de robots en las operaciones industriales, el elemento humano es fundamental en este futuro. Perducat habló apasionadamente sobre empoderar a los trabajadores con tecnología, mejorando sus capacidades y simplificando sus tareas. Imaginó un escenario donde los operadores de fábrica pudieran interactuar con los sistemas en lenguaje natural, similar a conversar con modelos de IA como ChatGPT. Este enfoque democratizaría el acceso al análisis complejo de datos, permitiendo incluso a los trabajadores menos experimentados tomar decisiones informadas rápidamente.