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A diferencia de los sensores tradicionales, los sensores inteligentes comunican datos que pueden mejorar la eficacia de funcionamiento de las máquinas. Este tipo de sensores permiten que los fabricantes capturen datos contextuales y de diagnóstico a los que toda la empresa de fabricación puede sacar partido.
Los sensores inteligentes proporcionan información clave a las operaciones de fabricación, aunque no todos los sensores de la planta tienen por qué disponer de esta tecnología. Tal y como se ha comentado en entradas anteriores, los sensores que se ensucian fácilmente o que deben cambiar sus parámetros regularmente son los candidatos ideales para incorporar capacidades de detección inteligentes. Pero también resultan perfectos para aquellas aplicaciones en las que los sensores puedan deteriorarse.
Evaluación de daños:
Algunos sensores pueden dañarse debido al contacto con el objeto que están detectando. Se trata de una situación común en los sensores inductivos de proximidad, en los que el sensor y el objetivo deben estar muy próximos.
De hecho, la causa más común de fallo en un sensor es la colisión con el objetivo. El desgaste normal por uso de las máquinas puede provocar que el sensor se aproxime tanto al objetivo que entre en contacto con él y su superficie quede dañada.
En la actualidad, los sensores inteligentes pueden avisar a los usuarios de cuándo un objetivo se acerca peligrosamente a ellos para que puedan realizar ajustes antes de que se dañen. Además, la funcionalidad timestamp de nuestro master IO-Link IP67 —que añade la fecha y la hora— permite añadir gran nivel de detalle a los eventos del sensor. De este modo, se notificarán los posibles problemas al operador de la máquina ANTES de que falle el dispositivo.
Los servicios correspondientes podrán, en un ciclo de mantenimiento normal, asegurar que las máquinas están en buen estado para funcionar durante cierta cantidad de tiempo máxima, contando además con que el master IO-Link guardará todos los eventos y transacciones de entrada soportados por el sensor con una marca de fecha y hora.
Tome la temperatura a sus operaciones:
Nuestros sensores inteligentes también envían las lecturas de temperatura interna al controlador, una característica útil si sus máquinas experimentan abruptos cambios de temperatura.
Por ejemplo, imagine una máquina en una aplicación alimentaria en la que toma parte un congelador. En el exterior de la máquina existe un mecanismo con un sensor de proximidad que monitoriza que la cinta transportadora se mueva a velocidad constante.
De vez en cuando, el sensor o el soporte de montaje se congelan, lo que provoca que el soporte se curve y dañe la cabeza del sensor. Se trata de una situación que no solo hace necesario que el personal de mantenimiento cambie el sensor dañado sino que también implica que el personal de control de calidad se presente para confirmar que el producto continúa cumpliendo los estándares.
Una situación así necesita recursos adicionales y puede provocar retrasos en las entregas. Sin embargo, si se monitorizara la temperatura interna del sensor, podría predecirse y, por tanto, prevenirse, la pérdida de datos y hacer innecesaria la presencia del personal de QA para probar más tarde el producto.
Para determinar si los sensores inteligentes serán beneficiosos para sus operaciones, resulta clave que determine si el coste de configuración de los sensores compensa las pérdidas asociadas a los tiempos improductivos causados por sensores dañados.
Si aún no está seguro sobre si los sensores inteligentes son la elección adecuada para usted, lea nuestras entradas anteriores sobre sensores inteligentes e IoT y cómo determinar si sus operaciones están preparadas para los sensores inteligentes.
También puede ver este webinar para obtener más información.
Publicado 4 de septiembre de 2017